Las Iglesias de St. Martí y St. Julià del Carme de Periques están asociadas a las iglesias del Lluçanès. Multitud de capillas e Iglesietas que bordean la riera de Merlès y afluentes desde St. Jaume de Frontanyà hasta Puig-Reig.
Gamisans de Baix, más conocida como San Andreu de Cal Pallot, La Cortada, San Joan Degollado, St. Esteve de Valldoriola, etc. Parece claro que formaban una unidad, además, todas están situadas documentalmente dentro de los territorios del Castell de Puig-Reig. Especialmente en esta Iglesia se constata un hecho insólito en las construcciones románicas: El arco de entrada no está al poniente como es tradición, si no localizada de lado, en el muro de tramontana, como se puede apreciar en la foto. En 1975 un relámpago cayó en el campanario, atravesando la Iglesia al medio, tal y como se puede observar hoy en día, da la impresión de que se va a partir en bandas de un momento a otro.
A parte de la coincidencia de las pinturas, todas las Iglesias románicas situadas dentro del termo del castillo tuvieron sus pinturas restauradas y añadidas a la época del asentamiento de la Orden Militar del Temple en el Berguedà, existen otras, tales como, los monumentos megalíticos y yacimientos Celtas( Bergistanos), que forman un corredor natural alrededor de las capillas, o vice-versa. El panorama artístico en Catalunya del XI al XIII estaba lejos de la madurez estilística. Cuando el gótico alcanza su apogeo en Francia, el románico en Catalunya se halla en su máximo esplendor con la escuela Lombarda de los Pre pirineos y la escuela de Lluçà. Pero, no se pueden atribuir las pinturas murales de Cal Pallot a ninguna de esas dos escuelas, pues el paralelismo estilístico y cromático con la de St. Martí de Puig-Reig y las de Casseres es notable. Pertenecen a una corriente estilística de inspiración bizantina datada a partir del siglo XII. Si alguien ve por aquí un claro vínculo de esta corriente con la Orden Religiosa e Militar del Temple no es mera coincidencia. Se deduce por lógica.
La utilización del estilo pictórico románico puro se explica por el gran respecto profesado por los Templarios a su entorno cultural, toda e cualquier innovación era introducida muy despacio y sin suplantar la que ya había.
Por medio de una increíble suerte todavía se puede contemplar in situ lo que queda de sus notables pinturas. Son muy fragmentadas y en proceso de total desaparición a causa del abandono y de las humedades. Restan 3 cruces muy semejantes a la cruz paté templária, no cabe duda de su pertenencia cuando asociada a los demás elementos encontrados en el interior de la iglesiata.
Entre dos de las cruces se encuentra esta rara representación de una Psicostasis (pesaje de las almas), del lado izquierdo se posta un ángel con las alas abiertas sosteniendo posiblemente un libro, contemplando la escena.
A su lado se pesa otro ángel que hace reclinar la balanza a su favor.
En el otro extremo la pintura se ha desgastado demasiado y lo único que podemos sospechar es que se tratan de dos criaturas mitológicas. Quién se pesa y quién lo pesa? En la mano izquierda todavía se adivinan unas pezuñas, y en la parte de cima quedan unos vagos trazados…se trataría de un carnero? O una imagen diabólica común? Lo cierto es que las pinturas de Cal Pallot no son para nada comunes.
De la ornamentación del ábside quedan restos de lo que sería un extenso cortinaje que va de un lado a otro, o, al menos, parecen cortinajes. Extraño es el retablo en el medio ábside de inúmeras esferas negras en fondo blanco. Es la única parte que no sigue los colores estándares y llama mucho la atención. El gusto Templario por los recuadros negros y blancos es lo primero que nos viene a la cabeza. El Béaucent, el Ajedrez…
Teniendo en cuenta que el Bèaucent se hacía representar de mil e una maneras distintas, tales como triangulos negros sobre fondo blanco, un listón negro sobre fondo blanco, una "V" negra sobre fondo blanco, etc. Guardando el fondo blanco, las figuras en negro solían adoptar muchos modelos, además, el Béaucent no era un escudo o estandarte en concreto, eran los dos colores representados en diversas piezas e complementos, no sé si quedó claro. Por lo tanto, oso afirmar con toda la responsabilidad que ello conlleva, que la pintura en el recuadro de arriba es más una de las representaciones del famoso emblema Templario.
No encontré explicación para esta pintura todavía. Parece salida de las páginas de cuentos de caballería, y sabemos que las novelas caballerescas surgieron directamente de los scriptoriums Templarios. Un personaje contempla con las manos alzadas un objeto que a todas luces se asemeja demasiado a una espada. Pero son dos, unidas por la empuñadura. Una se eleva directo al cielo mientras la otra mira hacia abajo hincada en una roca. Rosa Serra y Ramon Viladès conjecturaron acertadamente en que éste personaje se asemeja mucho con el personaje presente en la escena de la Anunciación de las pinturas murales de Sant Martí de Puig-Reig. Sin comentarios. Ya sé cuál es lo primero que viene a la mente, no es del todo imposible que lo contemplado sea lo imaginado.
Catalunya Románica afirma que en esta pintura existían 4 personajes, el único que se puede observar se asemeja un noble.
No se puede asegurar del todo que esta circunferencia merezca nuestra atención, puesto que es imposible datarla, pero, es más que sospechoso su localización justo en la pared del ábside.